Añadir al portapapeles Fig. 42. Nave cubierta de bóveda cilíndrica con lunetos, contrarrestada con cañones perpendiculares, apoyados sobre contrafuertes aligerados y de perfil correspondiente al mínimo volumen (primer proyecto para la iglesia parroquial de San Agustín, en Madrid, del arquitecto que suscribe este trabajo)

Añadir al portapapeles Fig. 45. Apoyo de giro y deslizamiento (detalle de la fig. 46)

Añadir al portapapeles Fig. 46. Bóveda con costillas y apoyos giratorios rodantes, para grandes luces

Añadir al portapapeles Fig. 47. Bóveda para sostener un jardín

Añadir al portapapeles Fig. 48. Detalles de la bóveda representada en la figura 47

Añadir al portapapeles Fig. 64. Basílica de Constantino, en Roma: nave central, cubierta con tres bóvedas por arista, contrarrestada por contrafuertes entre bóvedas de cañón perpendiculares al eje de la nave. Los contrafuertes están calados por arcos. Construida de ladrillo y hormigón, empleándose el ladrillo como guía de la construcción más que como parte resistente

Añadir al portapapeles Fig. 65. Planta y sección de la basílica de Constantino, en Roma: Las medidas muestran el pequeño volumen de fábrica en relación con el espacio cubierto

Añadir al portapapeles Fig. 66. Planta de Santa Sofía, en Constantinopla: Las bóvedas por aristas son muy peraltadas. La cúpula se compone de dos hojas pegadas, de las cuales la inferior está formada por arcos independientes radiales y la superior por un casquete contínuo, según J. Ebersolt, "Monuments d'Architecture Byzantine". Durante la obra hubo algunas vicisitudes, que obligaron a reconstrucciones y reformas, cuya historia es necesario conocer, porque revela el comportamiento de los materiales en construcciones abovedadas de gran importancia

Añadir al portapapeles Fig. 67. Santa Sofía, en Constantinopla: En la transmisión de empujes desde la cúpula central hasta las pequeñas bóvedas del contorno, tiene mucho interés la introducción de columnas de mármol, muy esbeltas, que sólo pueden soportar cargas verticales y que obligan a una compensación perfecta de los empujes de las bóvedas que cargan en ellas, pero que tienen las ventajas de ocupar muy poco sitio y no estorbar la visibilidad. Para este dibujo se han utilizado principalmente los datos de la obra de J. Eborsolt, Monuments d'Architecture Byzantine, por ser los más modernos que se han podido consultar (1934)

Añadir al portapapeles Fig. 68. Nave de la catedral de Gerona