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Descripción archivística
Huidobro Pardo, Enrique Construcciones de nueva planta
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Universidad Laboral de Gijón [Documentación general]

Tras un grave accidente minero, a mediados de la década de los cuarenta se crea en Gijón un patronato privado con el objetivo de fundar y tutelar la "Institución de formación profesional y social para huérfanos de mineros”. La obra del edificio se financiaría por las mutualidades del sector y se pretendía el autoabastecimiento posterior gracias a la producción de sus instalaciones agropecuarias y talleres.
El proyecto se encarga al arquitecto Pedro Rodríguez Alonso de la Puente que, recién titulado, acude a su antiguo maestro, Luis Moya Blanco, para formar el equipo de diseño. El grupo de técnicos elabora un ambicioso plan de conjunto que se divide en proyectos parciales de ejecución sucesiva. En el Fondo Luis Moya Blanco se encuentra documentación de los siguientes:
Proyecto número 1: [Granja agronómica]
Proyecto número 2: [Pabellones de residencia]
Proyecto número 3: Pabellón de comunidad y torre principal
Proyecto número 4: Salón de actos
Proyecto número 5: Capilla
Proyecto número 6: Taller de carpintería
Proyecto número 7: Talleres de mecánica, fundición, forja y automovilismo
Proyecto número 8: [Clases de aprendices]
Proyecto número 9 y 9': Escuela de capacitación social, residencia de antiguos alumnos y clases de estudiantes
Proyecto número 10: Pabellón de enfermería
Proyecto número 11: Talleres de electricidad, imprenta y otros
Proyecto número 12: Industrias y almacenes agrícolas
Proyecto número 13: Pabellón de dirección y alumnos externos
Proyecto número 14: Instalaciones deportivas
Proyecto número 15: Convento de religiosas clarisas
Proyecto número 16: Zonas de recreo y construcciones deportivas

Moya Blanco, Luis

Universidad Laboral de Gijón. Teatro

“...Conviene repetir aquí que se ha planeado el Salón de modo que los 1.000 alumnos y sus profesores ocupen el patio de butacas, en tanto que las personas invitadas o antiguos alumnos tienen para su uso los palcos y el anfiteatro, por lo cual no ha podido hacerse éste, como usualmente se hace, para ser un lugar de menos categoría que el resto y con peores condiciones. Al contrario, aquí se ha trazado de modo que tenga todas las comodidades y, por tanto, no se ha aprovechado demasiado su superficie, ni se ha extendido ésta desmesuradamente pues se hubiera salido del límite fijado para las distancias de buena visión y audición.
Los vestíbulos, escaleras y salones que acompañan a esta sala son muy grandes en el proyecto, y esto se ha hecho así porque ha de ser el lugar de recepción para todo este gran conjunto, de manera que el balcón sobre el pórtico de entrada será el lugar para la presidencia de los actos que se celebran en la Plaza central. Los salones que recaen a este balcón y los contiguos constituirán el lugar apropiado para recepciones, por lo que se ha pensado su decoración a base de obras de arte moderno, contando para ello con que colaborarán en esta obra, como en la Iglesia, los mejores pintores y escultores.
El escenario es mayor que en casi todos los Teatros de Madrid, de modo que permitirá un buen movimiento de decorados en caso necesario. [...]
La sala tiene la particularidad de poseer luz natural, pues nos pareció poco razonable cerrar por completo a la luz exterior una sala que ha de emplearse pocas veces de noche. Cuando en ella se quiera proyectar cine durante el día bastará correr las cortinas de cierre hermético que se colocarán en todos los huecos, cuyo modelo es ahora muy conocido por haberse empleado en todas partes en la guerra anterior."
Fondo Luis Moya Blanco, LMOYAB_D021_C005-01_030

Moya Blanco, Luis

Escuelas profesionales salesianas de San José

La creación de las universidades laborales en la década de los cuarenta del siglo XX es iniciativa del entonces subsecretario del Ministerio de Trabajo, Carlos Pinilla Turiño, con la finalidad de formar a los hijos de los trabajadores afiliados a las mutualidades laborales Concretamente, las Escuelas Salesianas de San José de Zamora se construyen entre los años 1948 y 1953 por los arquitectos Luis Moya, Ramiro Moya y Pedro Rodríguez de la Puente. Se destinaban a cerca de 300 alumnos internos procedentes de toda España y a otros 600 externos de la propia localidad. Su programa incluía aulas, talleres, residencia de estudiantes y profesores, capilla y teatro (pieza cuya terminación se demoró hasta 1957). Todo ello distribuido en torno a una gran plaza ajardinada en la que trabajó como paisajista Javier de Winthuysen (LMOYAB_D015_C003-05_002.
El acceso principal a esta institución se realiza desde un recinto urbano a través de una suerte de fisura en la edificación, situada a un costado de la iglesia, que desemboca en el jardín lateralmente. El templo preside la plaza mencionada ya que se permite el uso a los vecinos del barrio; esta doble utilidad justifica sus grandes dimensiones.
Como en otras obras de arquitectura religiosa de Luis Moya, la capilla pretende integrar la planta basilical y la central, en este caso utilizando un octógono no regular en vez de la elipse habitual, lo que provoca una nueva y atractiva solución de su cúpula de arcos cruzados. El acceso desde las escuelas se produce a lo largo del eje mayor mientras que el exterior, monumental, se sitúa en el menor.
La elección de los materiales se justificaba por sus autores del siguiente modo: "EI sistema de construcción sigue la tradición por razones prácticas y económicas cuya validez ha sido confirmada por el resultado. Los muros de carga, hechos de fábrica, resuelven a la vez la estructura y el aislamiento, con materiales y mano de obra de la localidad. Los forjados consisten en bóvedas tabicadas de 2,40 m de luz, apoyadas sobre vigas de hormigón armado de muy poca cuantía de hierro, porque la composición del conjunto permite que el canto de las vigas sea grande. Los grandes ámbitos se cubren con bóvedas tabicadas cilíndricas de gran luz, con los tirantes a la vista (talleres) o incluidos en el piso (salones). En la capilla, un zuncho resuelve los empujes, porque su trazado se ha hecho previendo esta estructura. Incidentalmente, la gran bóveda de la capilla ha alcanzado, según creemos, el límite posible en ligereza y rapidez de construcción, con muy escaso personal y muy ligero andamio” ("Fundación San José, en Zamora”, Revista Nacional de Arquitectura, año XV, mayo 1955, n° 161, p. 2).

Moya Blanco, Luis