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Descripción archivística
Guardo, Emilio Con objetos digitales
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Catedral de Valladolid

La catedral (al principio, colegiata dependiente de Palencia) fue trazada por Juan de Herrera; de su proyecto se conserva numerosa documentación gráfica, necesaria para conocer el aspecto de un templo cuyas obras enseguida se interrumpieron, y que incluso en su parcial, intermitente y tardía continuación encontró numerosas dificultades y cambios de proyecto. La maqueta muestra el estado ideal del edificio acabado. Edificio inconcluso, seguido intermitentemente por diferentes maestros y sujeto a cambios de plan debidos a Alberto Churriguera, que hizo la fachada principal (1729-1732). Ventura Rodríguez reparó la torre en 1761, lo que no evitó que se desplomase ochenta años después. En los años sesenta del siglo XX, Fernando Chueca completó algunas partes siguiendo el proyecto herreriano. Habilitado para su uso cultural, con un retablo mayor de Juan de Juni, procedente de la vecina iglesia de La Antigua. La reja fue vendida y hoy se exhibe en el Metropolitan Museum de Nueva York. Las estancias que restan de la colegiata medieval están adaptadas como museo.

“En 1942, La Dirección General de Bellas Artes convocó un concurso titulado "Anteproyecto de la solución del crucero de la Catedral de Valladolid y de urbanización del espacio que la rodea" al que se presentaron Chueca en compañía de Carlos Sidro y José Subirana. Fruto de las exhaustivas investigaciones en la catedral fueron una monografía, editada en 1947, y esta maqueta que reproduce el proyecto original de Juan de Herrera en contraposición con la maqueta barroca (1780-1795) conservada en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid.
En 1948, gracias a las gestiones de Modesto López Otero, la Dirección General de Bellas Artes dona la maqueta de Chueca, fabricada por Emilio Guardo, además de veintitrés vaciados.”
NEGRETE PLANO, Almudena; ALONSO RODRÍGUEZ, María del Carmen. Historia de la colección de vaciados y maquetas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2013.

Sacristía de la catedral de Jaén

El genio de Andrés de Vandelvira podría quedar representado por dos sacristías: la de El Salvador de Úbeda (de 1540) y ésta de la catedral de Jaén. En la primera, el espacio arquitectónico comparte importancia con el exorno escultórico, debido al gran Esteban Jamete; en la segunda, sin embargo, la arquitectura se acompaña a sí misma, en una mezcla inédita de rigor y liberalidad. En la sacristía de Jaén, englobada en el bloque de dependencias que se adosa al costado de la epístola del templo, culmina la trayectoria de Vandelvira y, en cierto modo, encuentra también su cénit la extraordinaria arquitectura andaluza del Renacimiento.

“En 1948, gracias a las gestiones de Modesto López Otero, se habían recibido veintitrés vaciados donados por la Dirección General de Bellas Artes con destino al Museo Nacional de Arquitectura.
La siguiente referencia al Museo data del 24 de febrero de 1954 cuando, en el acto de entrega de los títulos de arquitectos y aparejadores, López Otero anunció la instalación de la maqueta de la sacristía de la Catedral de Jaén entre otras piezas.”
NEGRETE PLANO, Almudena; ALONSO RODRÍGUEZ, María del Carmen. Historia de la colección de vaciados y maquetas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2013.

Mirador de Lindaraja

El llamado palacio de los Leones es una unidad con personalidad propia dentro del conjunto palatino de la Alhambra. Tradicionalmente se ha querido ver en él la zona privada e incluso el serrallo de Muhammad V; una interpretación reciente (Ruiz Souza 2001) le atribuye una funcionalidad menos romántica y más verosímil, como madrasa en la cual la sala de los Reyes sería biblioteca, y la de Abencerrajes el mausoleo real. La sala de Dos Hermanas constituiría, según esta hipótesis, la escuela coránica propiamente dicha. Al fondo de esta sala, abierta en origen hacia el Albaicín (las reformas cristianas obstruyeron esta perspectiva) se encuentra el mirador aquí reproducido, el cual, por su feliz composición, se ha convertido en uno de los elementos más conocidos del palacio granadino. Sobre el mirador hay una curiosa techumbre de vidrios de colores que, al parecer, responde a la solución original.

“Reproducción del mirador de Lindaraja de la sala de las Dos Hermanas obra de Emilio Guardo.

El 24 de febrero de 1954, en el acto de entrega de los títulos a arquitectos y aparejadores, Modesto López Otero anunció la instalación de ciertas reproducciones entre ellas el arco del Mirador de Lindaraja de la Alhambra como parte de los fondos del Museo Nacional de Arquitectura.”

NEGRETE PLANO, Almudena; ALONSO RODRÍGUEZ, María del Carmen. Historia de la colección de vaciados y maquetas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2013.