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Descripción archivística
Moya Blanco, Luis Arquitectura religiosa
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Iglesia de Nuestra Señora de la Portería

"Recién titulado, realiza Moya el levantamiento de la Capilla de Nuestra Señora de la Portería en Ávila, para ser publicado en 1928 por la revista Arquitectura Española. Movido a ello no por «el estudio erudito -según sus propias palabras- sino el arquitectónico», estos dibujos, sin embargo, son consideras como la única investigación seria realizada en esta importante obra de Ribera."
GARCÍA-GUTIÉRREZ MOSTEIRO, Javier. Los distintos usos del dibujo en arquitectura en Luis Moya Blanco. En "Congreso Internacional de Expresión Gráfica Arquitectónica". Valladolid: Ediciones Grapheus, 1992.

Moya Blanco, Luis

Iglesia del Sagrado Corazón

El proyecto de la iglesia del Sagrado Corazón es un encargo que realiza el párroco de la iglesia de la Virgen Grande de Torrelavega, Teodosio Herrera, a Luis Moya al que conocía desde la construcción de esa parroquia. El templo se localizaría en Mies de Vega, al oeste de la población, en una zona cuyo desarrollo urbanístico se preveía inmediato.
Moya traslada al nuevo trabajo los presupuestos básicos de la capilla del Colegio de Santa María del Pilar que había construido en Madrid en la década de los sesenta. Como ella, consta de dos plantas, la inferior dedicada a cripta, salón de actos, sala de reunión y dependencias auxiliares; la superior destinada a iglesia precedida por un vestíbulo. Además, a los pies del templo dispone un coro elevado al que se llega por medio de escaleras que suben desde el acceso. El arquitecto utiliza también un paraboloide hiperbólico para cubrir la edificación lo que le confiere un marcado carácter tanto en lo formal como en lo constructivo.
Luis Moya mantiene en este ejemplo las constantes de su arquitectura religiosa: la simultaneidad de nave central y nave itinerario, la fuerza del volumen como elemento unitario, la expresividad de las superficies que lo limitan y la superposición de un elemento de fachada.
Este proyecto nunca llegó a construirse. Mucho mas tarde, en los años noventa, el arquitecto cántabro Luis Castillo Arenal fue el encargado de redactar otro y de llevarlo a cabo. Las obras, sin embargo, no se terminaron debido a que el sector no se desarrolló tal como se había imaginado. Actualmente la iglesia sigue inacabada y se levanta aislada entre parcelas vacías.

Moya Blanco, Luis

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

Los arquitectos Pedro Muguruza, Luis Moya y Enrique Huidobro realizaron la reconstrucción de la iglesia parroquial de Manzanares, Ciudad Real, entre los años 1940 y 1945. El templo, de finales del XIV-principios del XV, había sufrido un incendio durante la guerra civil que había afectado, sobre todo, a las cubriciones y la torre; los muros y los contrafuertes se encontraban, sin embargo, en estado apto para seguir cumpliendo su misión de sustentación.
La reconstrucción fue respetuosa con el estado original de las fachadas, en las que se realizaron apenas una ordenación y una sistematización de los elementos decorativos. La alteración más importante consistió en la elevación de la altura de la nave para darle una proporción más adecuada en relación con su anchura, a juicio de los arquitectos.
En lo que se refiere a las bóvedas, la memoria del proyecto señala que se había planteado "... la construcción de una cúpula sobre pechinas, de tambor bajo y con linterna, que se coloca en el crucero precediendo inmediatamente al tramo del altar mayor. El resto de la nave de la iglesia se ha tratado con una bóveda por arista en el tramo contiguo a la cúpula, y con tres tramos de cañón seguido con lunetas, siendo análogos los tramos que forman los brazos del crucero. El estilo de esta composición es el clásico español con elementos herrerianos y barrocos" (LMOYAB_D020_C004-02_001).
En una fase posterior se acometió la reconstrucción de la parte superior de la torre y de su escalera; para realizar esta labor con fidelidad a su aspecto primitivo, el grupo de arquitectos se apoyó en fotografías antiguas y en una maqueta que se había realizado antes de la guerra. Finalmente, la iglesia se inauguró el 6 de septiembre de 1945.
El fondo Luis Moya Blanco conserva una carta que Enrique Huidobro escribió a Moya narrándole los actos que se celebraron el día de la inauguración. Uno de ello fue una misa que pronunció el obispo de Ciudad Real; como anécdota transcribimos: "Desde el púlpito improvisado [...] el Sr. obispo dirigió la palabra a los fieles, ponderando lo bonita que estaba la Iglesia y prohibiendo a los devotos y devotas regalar imágenes ni retablos sin permiso de los arquitectos" (LMOYAB_D020_C004-02_019).

Moya Blanco, Luis

Iglesia parroquial de San Agustín

Corresponde este proyecto no construido a la primera localización de la iglesia parroquial de San Agustín, en un solar que designó el Ayuntamiento y la Junta de Reconstrucción de Madrid en la misma calle de Joaquín Costa pero frente a la iglesia finalmente edificada, en una plataforma elevada con acceso también por la calle Guadalquivir.
El programa que desarrolla es el de iglesia y casa parroquial y para la primera se utiliza, según instrucciones del vicario, el modelo de San Jerónimo. Moya la organiza al modo tradicional, con el ábside a oriente y la fachada principal a poniente, planta rectangular de 40,50x19,40 m con nave central de 13 m de anchura y dos tránsitos laterales para circulación y disposición de confesionarios; el ábside, también rectangular, se eleva cinco peldaños sobre el nivel de la iglesia y cuenta con tres capillas laterales y otra, mayor y de forma circular, para el Santísimo Sacramento. El coro se ubica sobre el vestíbulo de acceso y, sobre las naves laterales, se sitúan dos galerías para las celebraciones que requieran mayor aforo. Los anejos se instalan alrededor de la cabecera, juntos y entorno a un claustro y se incorpora una torre que actúa como fondo perspectivo de la calle Joaquín Costa, en su tramo este.
El edificio parroquial ocupa cuatro plantas de tres alas alrededor de un patio de 7,50x12,50 m. En él se desarrolla un programa de despachos, locales para Acción Católica, salón de actos para 210 personas, escuela, biblioteca y viviendas para los sacerdotes.
Respecto a la construcción, el arquitecto especifica que "... será la usual en Madrid para el Edificio Parroquial y dentro de la severidad y modestia que corresponde a este Edificio. Teniendo en cuenta la escasez de hierro, la estructura se compondrá de muros de carga de fábrica de ladrillo y de arcos de la misma fábrica, con forjados de hormigón armado donde no se puedan emplear bóvedas de rasilla. Las fachadas serán de fábrica de ladrillo visto y las cubiertas de teja curva. Los pavimentos y zócalos serán de baldosa, como es tradicional en Madrid, reservándose la madera para algunos despachos y salas" (LMOYAB_D009_C001-08_005).
La iglesia se cubre con una bóveda rebajada para conseguir una buena audición, el mismo Moya explica que"... la curva de esta bóveda ha sido calculada de manera que la concentración de sonido se produzca en un punto no existente en el interior." (LMOYAB_D009_C001_08_005). Esta bóveda se concibe en rasilla sin armadura metálica, con contrafuertes interiores de hormigón en masa con una ligera armadura que absorben los empujes horizontales, aprovechando la experiencia del autor en las obras de reconstrucción del Hospital de San Pedro de la Congregación de Sacerdotes de Madrid (unidad documental LMOYAB_105).
En 1946 se consiguió el solar de la calle Joaquín Costa donde se edificaría la iglesia definitivamente. Moya abandona ahí el modelo de basílica y aborda la planta elíptica que todos conocemos, más próxima a sus objetivos unidad y coherencia para la Casa de Dios.

Moya Blanco, Luis

Iglesia parroquial de San Agustín

El conjunto consta de Iglesia y casa parroquial; la primera presenta fachada a la calle Joaquín Costa, mientras que la segunda se sitúa en la parte posterior del solar. El proyecto se inicia en 1946 pero la obra se ejecuta con lentitud debido a la escasez de presupuesto, por lo que no se abre al culto hasta 1950, aún sin terminar las dependencias traseras.
El diseño se basa en una cuadrícula de 2,40 m de lado, tanto en planta como en alzado. El ladrillo es el material empleado para la estructura y las fachadas por ser el disponible con mayor facilidad en la época.
En palabras de su autor "ninguna preocupación simbólica ha regido el proyecto de la Iglesia de San Agustín. Sólo se ha considerado la necesidad de reunir el mayor número de fieles en buenas condiciones de visibilidad, audición y proximidad al Altar, con la condición de conseguir una estructura muy económica en sí que sin revestimiento alguno en la bóveda no sea perjudicial a las condiciones acústicas y tenga un aspecto digno. Sin embargo, todo se ha fundado en una forma tradicional de Iglesia: elíptica, como muchas de España en la época del barroco; balcón y galería (como un gineceo); altar en ábside; bóveda a gran altura, a pesar de las dificultades acústicas que exige resolver; iluminación natural repartida uniformemente..." (LMOYAB_D013_C003-03_002).
Así, la iglesia está constituida por una única nave elíptica de 24 m de longitud por 19,20 m de ancho. Como otros templos de este arquitecto, es un ejemplo de convivencia de planta central e itinerario procesional a lo largo del eje mayor, entre el acceso y el presbiterio, situado éste en un ábside circular, elevado siete peldaños sobre el nivel general.
Sobre la elipse se dispone una bóveda formada por veinte arcos cruzados agrupados en diez pares de arcos paralelos de 4,80 m de flecha. El trazado, de tradición hispano-árabe, constituye una seña de identidad de la arquitectura de Moya que, a estas alturas, había sido probado ya en las iglesias de Manzanares y del Escolasticado (unidades documentales LMOYAB_020 y LMOYAB_021 respectivamente), en el hospital de San Pedro (LMOYAB_105) y en el museo de América (LMOYAB_076). Esta disposición permitía reducir el número de cimbras necesarias para su construcción y su forma fue calculada para favorecer una buena audición de modo que la concentración de sonido no se produjera en un punto interior. Los empujes originados se absorben gracias a un zuncho perimetral de hormigón armado.
Moya explica que "por la fecha de construcción se trata de una Iglesia «preconciliar»; si bien, según las antiguas normas litúrgicas seguidas puntualmente, tenía ciertos aspectos no frecuentes en la época: la mesa del altar exenta, carencia de retablo, Sagrario en capilla independiente, forma general adecuada para la participación de los fieles, y dificultad para colocar altares en la nave" (LMOYAB_D010_C001-09_051).
Finalmente, la fachada principal se concibe independiente del edificio a modo de estandarte del templo y su concavidad amplía y enfatiza la entrada.

NOTA: El fondo LMOYAB cuenta también con el proyecto del edificio en otra localización anterior que no se realizó (LMOYAB_015a) así como con otras intervenciones parciales en él: Ampliación de piso en la Casa Parroquial de San Agustín (LMOYAB_015c) y Obras menores en la Iglesia de San Agustín (LMOYAB_015d).

Moya Blanco, Luis

Iglesia parroquial de Torrelavega [o de la Virgen Grande]. Reconstrucción de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Consolación

Este templo se construye para sustituir a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación destruida durante la guerra civil y se levanta parte en el solar de la antigua parroquia y parte en el de la Torre de los Garcilasos.
Moya enfoca el proyecto del siguiente modo: "El crecimiento extraordinario de Torrelavega en estos años obliga a componer una iglesia de la máxima capacidad posible dentro de los medios de que se dispone. Por tanto, se trata de conseguir una nave sin columnas de gran capacidad que pueda cubrirse a poco coste y con la dignidad que requiere este edificio. La experiencia aconseja una estructura semejante a las ya realizadas por el que suscribe en la Iglesia Parroquial de San Agustín en Madrid, en el Instituto Laboral de San José en Zamora, y en la Capilla de la Universidad Laboral de Gijón. En consecuencia, se ha trazado una elipse de 31,20 m x 22,80 m, cuya superficie es de 560 m2, intermedia entre las citadas (360 m2 la de Madrid y 800 m2 la de Gijón)" (LMOYAB_D014_C003-04_017).
El programa que desarrolla es el de nave de iglesia a la que se agregan una capilla mayor, otra para la Virgen Grande (patrona de Torrelavega), una nave lateral para confesionarios, un nártex sobre el que se dispone el coro y una sacristía; en la planta bajo rasante se ubica otra capilla y diversas dependencias parroquiales.
La iglesia se cubre con bóveda tabicada de rasilla cuyo trasdós, revestido de aislamiento y aluminio, queda visto al exterior. Su estructura principal está formada por veinte arcos de ladrillo macizo y un zuncho de hormigón armado que recoge los empujes generados.
El templo se adosa a la edificación contigua en uno de sus lados largos y cede su potente volumen en el otro, como imagen urbana, a la plaza de Baldomero Iglesias. El acceso principal se coloca en el eje mayor, dando fondo perspectivo a una estrecha calle, la calle Ave María, en el que se proyecta una fachada estandarte al modo de la de la iglesia de San Agustín, pero actualizada.
La iglesia de la Virgen Grande y San José Obrero de Torrelavega es la última obra religiosa con planta elíptica que realiza Moya que, por otra parte, utiliza en ella el resto de parámetros formales y constructivos habituales pero prescindiendo del lenguaje clásico.

Moya Blanco, Luis

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