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Descripción archivística
Unidad documental compuesta Tipo de intervenciones
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[U.V.A. de Hortaleza]

" ... Desde el primer momento se pensó que resolver de una manera provisional el problema del chabolismo era realmente acrecentarlo y se intentó y se consiguió construir las viviendas con materiales tradicionales y de larga duración y no arriesgarse a un experimento a escala gigante que podría resultar desastroso a causa de su absoluta improvisación y falta de tiempo.
La accidentada topografía del terreno aconsejó los movimientos masivos de tierras y la construcción sobre pilotes que absorbieran los desniveles existentes elevando las viviendas que, al mismo tiempo, quedaban aisladas de la humedad del suelo. Una adaptación completa a la topografía por medio de pequeños banqueos hubiera hecho interminable la fase inicial de desmonte al no permitir la actuación masiva del material mecanizado móvil, que de esta manera actuó con gran velocidad y eficacia.
Se desecharon desde el primer momento paneles prefabricados de cualquier índole y se consiguió construir los cerramientos exteriores con muros de medio pie de ladrillo macizo, enfoscado en su cara interna, cámara de aire y tabique con yeso negro y blanco. Ventanas de carpintería metálica y persianas enrollables de madera.
La estructura está formada por pilares y vigas de hierro en perfiles normales. En los forjados se huyó de las grandes placas prefabricadas, pesadísimas para el montaje y cuya garantía de funcionamiento y colocación no se veía clara. Se recurrió al sistema tradicional de viguetas pretensadas y bloques de hormigón vibrado.
Como se preveía una pésima construcción, dada la premura de tiempo, se protegieron los cerramientos externos con amplios aleros, tanto en la planta alta como en la baja, y se crearon unas galerías-corredores al modo de la más antigua tradición madrileña y que han tenido gran éxito entre los vecinos que allí hacen gran parte de su vida comunitaria, vigilan a sus hijos protegidos del tránsito callejero e incluso organizan guateques y bailes en los ensanchamientos de las zonas de escalera común."
Arquitectura, n° 70 octubre 1964, pp 21-24

Miró Valverde, Antonio

Museo del Prado. Proyecto de ampliación y acondicionamiento. 3er proyecto

“... En el periodo de los años 70 y 80, en los que hizo muchos encargos particulares, sobresalen proyectos como el de la unión y acondicionamiento del palacio del marqués de Molins a la Real Academia de la Historia (1973-1983), de la que don Fernando era miembro numerario desde 1965 sucediendo en el sillón a don Modesto López Otero, y el de total renovación (1973-1985) del antiguo palacio de Goyeneche, sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de la que igualmente fue académico de número desde 1973. Pero el proyecto de mayor alcance de estos años fue, sin duda, el de ampliación y acondicionamiento del Museo del Prado que hizo en colaboración estrecha con Rafael Manzano Martos, uniendo el viejo edificio neoclásico de Juan de Villanueva con el claustro de la iglesia de los Jerónimos, si bien no se llevó a cabo. Huelga decir aquí que Fernando Chueca ha sido, historiográficamente hablando, el mejor conocedor e intérprete de Juan de Villanueva, y a la vez autor junto a Lorente Junquera de la ampliación más respetuosa del Museo del Prado, llevada a cabo entre 1952 y 1954.”
NAVASCUÉS PALACIO, Pedro. “Fernando Chueca Goitia”. En AA.VV., El legado del arquitecto, Madrid: Mairea libros, 2012, p. 36.

Chueca Goitia, Fernando

Concurso de ideas para la ampliación del Museo de Prado

“... En el periodo de los años 70 y 80, en los que hizo muchos encargos particulares, sobresalen proyectos como el de la unión y acondicionamiento del palacio del marqués de Molins a la Real Academia de la Historia (1973-1983), de la que don Fernando era miembro numerario desde 1965 sucediendo en el sillón a don Modesto López Otero, y el de total renovación (1973-1985) del antiguo palacio de Goyeneche, sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de la que igualmente fue académico de número desde 1973. Pero el proyecto de mayor alcance de estos años fue, sin duda, el de ampliación y acondicionamiento del Museo del Prado que hizo en colaboración estrecha con Rafael Manzano Martos, uniendo el viejo edificio neoclásico de Juan de Villanueva con el claustro de la iglesia de los Jerónimos, si bien no se llevó a cabo. Huelga decir aquí que Fernando Chueca ha sido, historiográficamente hablando, el mejor conocedor e intérprete de Juan de Villanueva, y a la vez autor junto a Lorente Junquera de la ampliación más respetuosa del Museo del Prado, llevada a cabo entre 1952 y 1954.”
NAVASCUÉS PALACIO, Pedro. “Fernando Chueca Goitia”. En AA.VV., El legado del arquitecto, Madrid: Mairea libros, 2012, p. 36.

Chueca Goitia, Fernando

Iglesia parroquial de Torrelavega [o de la Virgen Grande]. Reconstrucción de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Consolación

Este templo se construye para sustituir a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación destruida durante la guerra civil y se levanta parte en el solar de la antigua parroquia y parte en el de la Torre de los Garcilasos.
Moya enfoca el proyecto del siguiente modo: "El crecimiento extraordinario de Torrelavega en estos años obliga a componer una iglesia de la máxima capacidad posible dentro de los medios de que se dispone. Por tanto, se trata de conseguir una nave sin columnas de gran capacidad que pueda cubrirse a poco coste y con la dignidad que requiere este edificio. La experiencia aconseja una estructura semejante a las ya realizadas por el que suscribe en la Iglesia Parroquial de San Agustín en Madrid, en el Instituto Laboral de San José en Zamora, y en la Capilla de la Universidad Laboral de Gijón. En consecuencia, se ha trazado una elipse de 31,20 m x 22,80 m, cuya superficie es de 560 m2, intermedia entre las citadas (360 m2 la de Madrid y 800 m2 la de Gijón)" (LMOYAB_D014_C003-04_017).
El programa que desarrolla es el de nave de iglesia a la que se agregan una capilla mayor, otra para la Virgen Grande (patrona de Torrelavega), una nave lateral para confesionarios, un nártex sobre el que se dispone el coro y una sacristía; en la planta bajo rasante se ubica otra capilla y diversas dependencias parroquiales.
La iglesia se cubre con bóveda tabicada de rasilla cuyo trasdós, revestido de aislamiento y aluminio, queda visto al exterior. Su estructura principal está formada por veinte arcos de ladrillo macizo y un zuncho de hormigón armado que recoge los empujes generados.
El templo se adosa a la edificación contigua en uno de sus lados largos y cede su potente volumen en el otro, como imagen urbana, a la plaza de Baldomero Iglesias. El acceso principal se coloca en el eje mayor, dando fondo perspectivo a una estrecha calle, la calle Ave María, en el que se proyecta una fachada estandarte al modo de la de la iglesia de San Agustín, pero actualizada.
La iglesia de la Virgen Grande y San José Obrero de Torrelavega es la última obra religiosa con planta elíptica que realiza Moya que, por otra parte, utiliza en ella el resto de parámetros formales y constructivos habituales pero prescindiendo del lenguaje clásico.

Moya Blanco, Luis

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