La unidad documental está formada por 197 diapositivas numeradas, de las cuales faltan los números 2, 118, 122, 135 a 140 y 147.

Los arquitectos que concurrieron fueron Ramón Aníbal Alvarez García-Baeza (al que finalmente se le concedió la cátedra), Francisco de Asís Cabrero Torres-Quevedo y Carlos López Romero.
Los ejercicios fueron:
· Lectura de méritos profesionales
· Explicación práctica de una clase de proyectos
· Corrección de un proyecto del último año de carrera
· Croquis preliminares, desarrollo del proyecto y explicación de un "Pabellón de honor en el aeropuerto de Barajas"
· Crítica de los trabajos de los otros dos opositores sobre el pabellón
· Croquis de "Puerta de acceso al paseo de coches del Retiro"

Los arquitectos que concurrieron fueron Ramón Aníbal Alvarez García-Baeza (al que finalmente se le concedió la cátedra), Francisco de Asís Cabrero Torres-Quevedo y Carlos López Romero.
Los ejercicios fueron:
· Lectura de méritos profesionales
· Explicación práctica de una clase de proyectos
· Corrección de un proyecto del último año de carrera
· Croquis preliminares, desarrollo del proyecto y explicación de un "Pabellón de honor en el aeropuerto de Barajas"
· Crítica de los trabajos de los otros dos opositores sobre el pabellón
· Croquis de "Puerta de acceso al paseo de coches del Retiro"

Los arquitectos que concurrieron fueron Ramón Aníbal Alvarez García-Baeza (al que finalmente se le concedió la cátedra), Francisco de Asís Cabrero Torres-Quevedo y Carlos López Romero.
Los ejercicios fueron:
· Lectura de méritos profesionales
· Explicación práctica de una clase de proyectos
· Corrección de un proyecto del último año de carrera
· Croquis preliminares, desarrollo del proyecto y explicación de un "Pabellón de honor en el aeropuerto de Barajas"
· Crítica de los trabajos de los otros dos opositores sobre el pabellón
· Croquis de "Puerta de acceso al paseo de coches del Retiro"

“Durante el verano de 1933 tuvo lugar en la Universidad española un acontecimiento que no volvería a repetirse, al menos de la misma manera, con la misma envergadura, nunca más: la Universidad de Madrid organizó un viaje de estudios para profesores y alumnos en forma de crucero por el Mediterráneo, con el fin de visitar todos los centros culturales y de interés arqueológico más relevantes que dan forma a una cultura mediterránea en sentido amplio.
No fue una actividad de investigación, sino que se planificó con una dimensión fundamentalmente docente. La propia Facultad de Filosofía y Letras, organizadora del crucero, define el barco como un 'aula en marcha'.”
AA. VV. La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid en la Segunda República. Arquitectura y Universidad durante los años 30 [Catálogo de la exposición]. Madrid: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, Ayuntamiento de Madrid, Fundación Arquitectura COAM, 2008, p. 531.