" ...Por fin acabaré este escrito con su casa de Pedro de Valdivia 8, donde vivió y trabajó desde 1958, y murió en 1990. Supone un cambio importante en su arquitectura, no tanto por su concepción, como por su plasmación en proyectos concretos. Coincide, no casualmente, con los cambios que experimenta España en lo económico y social, consecuencia del final de la autarquía y apertura al exterior.
Es un proyecto esforzado, arriesgado y moderno donde se libera de alguna rigidez de las casas anteriores, pero donde sin embargo mantiene los principios básicos e irrenunciables de su personalidad y estilo arquitectónico. El primer aspecto que llama la atención es la aparición de formas curvas: el ya comentado patio circular al que se abren las escaleras y cuartos de servicio, y que, respondiendo al tipo de casa burguesa, es paso obligado para la escalera de servicio, asegurando así su habitabilidad y por tanto su buen mantenimiento. Este patio, que en su tiempo supuso un reto constructivo y compositivo, lo describía su autor como una simple aplicación literal de la ordenanza cuando dicta el diámetro del círculo en el que debe inscribirse el patio. Pero en realidad es el corazón de la casa donde se sintetizan todas las intenciones del proyecto. También es curva la apertura de respiración del garaje que aflora a dicho patio adoptando una forma sinuosa y orgánica. La escalera principal es redonda así como su hueco y el ascensor de madera que lo recorre internamente. Y son curvas las líneas de forjado cuando se retranquean en la fachada principal y en la trasera para integrarse en la alineación del edificio colindante.
La fachada principal a norte rompe intencionadamente la simetría con sus dos cuerpos de miradores disímiles y sobre todo con e/ sólido cuerpo de ladrillo de salida de las chimeneas en la planta ático perfectamente visible al enrasar/a con la fachada. Utilizando sus términos, el edificio es cortés con el entorno porque la composición de sus tres fachadas varía en función de su entorno, especialmente la fachada norte y sur con respecto a la oeste. Las dos primeras tienen miradores para disfrutar a norte de hermosas vistas sobre la Castellana y los jardines del Museo de Ciencias Naturales, y al sur de/soleamiento; la de poniente, dando a un estrecho callejón, tiene ventanas resaltadas sobre un austero muro de ladrillo."
MOYA GONZÁLEZ, Luis. "Las casas de Luis Moya Blanco', En Luis Moya Blanco, arquitecto 1904-1990 [exposición], Madrid: Electa, D.L. 2000, pp. 161 -168.