El palacio de Carlos V en la Alhambra supone el primer intento de la monarquía española por crear un edificio representativo, y su estado inconcluso certifica que, en ese sentido, era una obra adelantada a su tiempo. Además del propio cuerpo palacial, ni siquiera se iniciaron las obras para la ordenación de los espacios que iban a preceder a sus dos fachadas principales, la meridional y la occidental. En esta última, el proyecto de Pedro Machuca fue modificado, con un estilo discordante, por Juan de Herrera, que trazó el orden superior de la portada. Las obras continuaron hasta 1635, aunque no llegó a cubrirse hasta el siglo XX, cuando fue adaptado como museo. La obra está enmarcada en el Renacimiento español concretamente el periodo comprendido entre el 1527 y el 1563.
“… y formó parte de la exposición 'Veinte años de restauración del Tesoro Artístico y Monumental de España'. Las restauraciones del edificio se realizaron en los años 1940-41 y 1951-57 por el arquitecto Francisco Prieto-Moreno con el fin de adaptarlo a Museo Provincial de Bellas Artes.”
NEGRETE PLANO, Almudena; ALONSO RODRÍGUEZ, María del Carmen: Historia de la colección de vaciados y maquetas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2013.